Nací con unas ciertas habilidades que otros podrían adjudicarse como dones, pero a mi entender los dones son cosas de dioses. Mi adorada madre se dio cuenta a una edad muy temprana en mí cuando con tan solo 4 años le describí a una serie de personas que estaban en la habitación conmigo y mi madre con los años me dijo que eran mis bisabuelos y que era imposible que yo supiera cómo eran y qué es lo que decían. Pero yo en ese momento era demasiado pequeña para darme cuenta de lo que realmente me pasaba. A los 7 años no empecé a ir con mi familia a la iglesia y me quedaba embobada viendo donde ponían al Santísimo y toda la luz que desprendía y me envolvía, para mí era algo real que tan solo lo vivía yo con el miedo de decirle a nadie más lo que me sucedía por miedo a que me tacharán de inestable. Antes de cumplir los 8 años tuve una crisis en presencia de más personas en lo que consideraron la gente que lo presenció como un ataque de histeria incontrolado. Informaron a mi madre de todo ello, concluyó que mentalmente estaba perfecta pero que tenía ciertas cosas que me tenía que ver otro especialista con más detalle. Por aquel entonces yo no sabía que acabaría yendo a un especialista que a la vez de psiquiatra era parapsicólogo. Y en ese momento después de pasar un montón de pruebas y de resumir toda clase de habilidades que tengo me dieron la mano para poder ayudarme en el desarrollo de todas ellas. Quedaría más prestigioso todo esto que estoy escribiendo si dijera su nombre, pero con una persona que me ayudó muchísimo en el camino y nada más lejos de la realidad el poder aprovecharme de ello.

Con el tiempo fui adquiriendo la madurez suficiente para incorporar de una manera normal aquello que me suponía en aquel entonces un cúmulo de problemas. Estudié todo lo que tenía que ver con la naturaleza, energía, comportamiento y religión del ser humano con el único propósito de buscar una cura y eliminar todas aquellas habilidades que me hacían la vida tan imposible. Hoy en día puedo decir que aquello que yo veía como una maldición en estos momentos es una bendición para mí que las miles de personas que han sido ayudadas por dichas habilidades. Para mí fue un momento clave cuando tuve el privilegio de hacer los cursos de terapia regresiva con Brian Weiss, porque pude descubrir que no era al azar el que yo tuviera esas habilidades, sino que las había tenido a lo largo de muchas vidas. En la actualidad hago consultas de clarividencia para mostrarle a las personas como acabará su vida y darles la oportunidad de modificar ella si no quieren acabar así. También en mis sesiones como médium han ayudado a resolver multitud de problemas a muchísimas personas contactando con quien ya no está aquí para crear puentes de ayuda en beneficio cuál del que ya no está aquí y del que todavía vive. En estas dos áreas de mi vida he acoplado a la perfección todas las herramientas y estudios de diferentes disciplinas con la única finalidad de que el ser humano se dé cuenta de lo increíble que es y pueda equilibrar su vida para pasar de sobrevivir a vivir. En ese preciso momento empezó una vida nada común tachada de un montón de bullying en todos los aspectos por esas habilidades. No podía a tan temprana edad digerir que caminaba entre 2 planos y mucho menos que cuando alguien se me ponía delante o algo suyo oía o tocaba podía meterme de lleno en toda su vida.